APLICACIÓN DE TOXINA BOTULÍNICA
La toxina botulínica tipo A es un compuesto farmacológico basado en la acción de la neurotoxina derivada de la bacteria Clostridium Botulinum o toxina botulínica tipo A purificada. Esta molécula actúa bloqueando el neurotransmisor que lleva el impulso nervioso hasta el músculo, inhibiendo la contracción excesiva de los músculos faciales, responsables de las arrugas secundarias de la mímica facial, sin producir cambios radicales ni lesiones en las estructuras nerviosas.
El manejo de la técnica de infiltración de la toxina botulínica en la mano de médicos expertos hoy día es un auténtico arte de rejuvenecimiento y embellecimiento que, bien realizado, ofrece resultados muy naturales. Para aplicar bien la toxina botulínica es necesario que el médico tenga un conocimiento profundo de la anatomía facial, de cuál es el resultado de la contracción de cada músculo y de las características propias del rostro de cada paciente, así como un entrenamiento adecuado en la técnica de infiltración, ya que, para obtener resultados naturales, es necesario saber dónde y cuánta cantidad de toxina botulínica se infiltra.
¿Cómo se aplica la toxina botulínica?
La aplicación de la toxina botulínica es todo un arte en las manos del médico experto. Para obtener resultados naturales con la toxina botulínica y evitar rostros inexpresivos es imprescindible que el médico tenga un conocimiento profundo de la musculatura facial, así como prestar atención a las variaciones anatómicas que puede presentar cada paciente.
Tradicionalmente, el tratamiento con toxina botulínica se ha aplicado en el tercio superior facial para corregir las arrugas de expresión que se producen en zonas como entrecejo, patas de gallo o arrugas horizontales de la frente. Con el paso del tiempo, la aplicación de la toxina botulínica ha evolucionado de forma que se emplea para mejorar y embellecer la mirada de forma integral, tratando otros músculos faciales complementarios como los que producen una elevación o arqueamiento de las cejas.
El procedimiento es muy sencillo, ya que consiste en infiltraciones con una aguja muy fina en unos puntos predeterminados de la región facial. Al paralizarse suavemente los músculos, se produce un borrado de las arrugas que dura aproximadamente 4-6 meses. Transcurrido este tiempo, si el paciente lo desea, puede volver a aplicarse el tratamiento.
¿Qué problemas estéticos faciales se pueden corregir con la toxina botulínica?
La perfección de la técnica permite que hoy en día se realicen retoques estratégicos en otras regiones faciales además de las arrugas en la frente, aplicando de forma aislada la toxina botulínica, en combinación con otros productos como ácido hialurónico, bioestimulantes, la radiofrecuencia, entre otros, con el objetivo de corregir diferentes problemas estéticos, tales como:
El procedimiento es muy sencillo, ya que consiste en infiltraciones con una aguja muy fina en unos puntos predeterminados de la región facial. Al paralizarse suavemente los músculos, se produce un borrado de las arrugas que dura aproximadamente 4-6 meses. Transcurrido este tiempo, si el paciente lo desea, puede volver a aplicarse el tratamiento.
Cara cuadrada
Para suavizar el efecto de cara cuadrada que producen los músculos de las masticación (maseteros) cuando están muy desarrollados, la toxina botulínica relajará el tercio inferior del óvalo y mejorará la proyección de los pómulos por contraste.
Líneas de amargura
Se llaman así a las depresiones que marcan el tercio inferior de la cara desde las comisuras hacia el mentón. La corrección de los músculos depresor del ángulo bucal y depresor del labio inferior se llevará a cabo con toxina botulínica y puede emplearse una pequeña cantidad de relleno para infiltrar en cada línea.
Proyección de la punta de la nariz
en la columela existe una estructura anatómica denominada depresor de la punta o depresor septi-nase. Cuando es hiperquinético o está más desarrollada de lo normal, hace que la punta de la nariz baje al hablar y al expresarse. Cuando es hipertónico, presenta una contracción permanente. El tratamiento con toxina botulínica debilitará esta pequeña estructura muscular, mejorando la proyección del vértice nasal hacia una posición más recta y equilibrada.
Surco nasolabial
Este surco enmarca la zona peribucal desde las aletas de la nariz hasta la comisura de los labios. Los responsables de esta hendidura son los músculos nasogeniano y elevador del labio. Para realizar una corrección óptima y duradera es preciso emplear un material de relleno que levante el surco e infiltrar toxina botulínica, la cual relajará la potencia de ambos músculos.
Arrugas del entrecejo
Para corregir estas líneas transversales se infiltra toxina botulínica que relajará el músculo nasal y reducirá parcialmente la potencia de los músculos de la glabela.
Surco nasolabial
Este surco enmarca la zona peribucal desde las aletas de la nariz hasta la comisura de los labios. Los responsables de esta hendidura son los músculos nasogeniano y elevador del labio. Para realizar una corrección óptima y duradera es preciso emplear un material de relleno que levante el surco e infiltrar toxina botulínica, la cual relajará la potencia de ambos músculos.
Factores a tener en cuenta para conseguir resultados naturales
Definiendo una adecuada inyección de cantidades mínimas de materiales de relleno en los lugares precisos y suavizando la potencia de discretos músculos faciales es posible mejorar la belleza de la cara sin cirugía. Para alcanzar el adecuado equilibrio del tratamiento es imprescindible un manejo muy sutil de estos recursos y hacer un estudio individualizado de cada paciente.
Para obtener resultados naturales con la toxina botulínica en el tratamiento de las arrugas de expresión es imprescindible que tanto el médico como el paciente tengan en cuenta los siguientes factores:
- Experiencia del médico
- Formación del médico
- Examen exhaustivo de la cara
- Expectativas de resultados por parte del paciente
- Dosis de toxina botulínica
Un médico con experiencia en la infiltración de toxina botulínica habrá depurado y perfeccionado la técnica. La formación adecuada y exhaustiva del médico en la infiltración de toxina botulínica es fundamental para obtener los mejores resultados, ya que se requiere un profundo conocimiento tanto de la musculatura facial y sus sinergias como de las técnicas más avanzadas para lograr objetivos concretos y personalizados. El tratamiento con toxina botulínica debe realizar con total precisión y con un profundo conocimiento anatómico de la estructura facial. Para ello es necesario personalizar al máximo el tratamiento, ya que cada cara es única, por lo que el examen facial debe ser exhaustivo.
En el examen del rostro, el médico pedirá al paciente que haga determinados gestos:
Cara de sorpresa
Cara de enfado
Cara de tristeza
Entrecerrar los ojos
Tensar el cuello
Hablar
Sonrisa
Besar
Estos gestos ofrecen al médico toda la información para conocer, entre otros, cómo funciona esa musculatura, qué músculos se contraen más frente a otros, el grado de envejecimiento de la piel o zonas de la cara que apenas se mueven. Es importante valorar también el tono muscular, ya que un músculo muy desarrollado producirá más arrugas que un músculo más débil, y además requerirá una dosis mayor de toxina botulínica. Otro factor fundamental es que médico y paciente lleguen a un acuerdo sobre el tipo de resultado que es conveniente obtener, ya que las expectativas del paciente no siempre están vinculadas a un mejor resultado estético.
Algunos pacientes que presentan arrugas en zonas de movimiento solicitan que estas arrugas desaparezcan por completo, no obstante, en estos casos, el médico explicará detalladamente al paciente que, si paraliza totalmente los músculos sin el resultado va a ser muy artificial, por tanto, deberá mantenerse un movimiento suave que refleje nuestra expresión.
Dosis ideal de toxina botulínica
El resultado de la toxina botulínica es dosis dependiente. Es decir, cuanto mayor es la dosis infiltrada, mayores son los efectos y más tiempo duran.
El paciente debe saber que la toxina botulínica, en función de la dosis aplicada, puede relajar el músculo o paralizarlo completamente.
Un músculo relajado tiene una duración de entre 3 y 4 meses. Un músculo paralizado tiene una duración de entre 5 y 6 meses.
Para no perder expresividad en la cara, las dosis deben ser adecuadas y no excesivas. De esta forma se obtiene un resultado más natural.
La duración del efecto varía de 4 a 6 meses. La aplicación repetida va prolongando el efecto, de modo que las arrugas son progresivamente menos notorias y se pueden ir espaciando las sesiones.
Los resultados de la toxina botulínica empiezan a ser visibles a las 24-48 horas de haber sido infiltrada, el efecto es máximo a las dos semanas, que es cuando se puede valorar el resultado estético obtenido. El intervalo mínimo para volver a realizar el tratamiento es de tres meses
No se deben someter a tratamiento con toxina botulínica los pacientes alérgicos al complejo de la neurotoxina o a sus excipientes o los pacientes con enfermedades neuromusculares (Eaton Lambert, Miastenia gravis…). No está aprobado su uso durante el embarazo y la lactancia. También existen ciertos medicamentos que pueden potenciar o disminuir su efecto.
Como resultado de la inyección existen pocos efectos secundarios. Puede aparecer ardor, eritema, hematoma o cefalea transitorias en algunos caso.
Posterior al tratamiento el paciente deberá realizar actividades cotidianas las cuales generan movimiento muscular habitual durante 4 horas, dormirse o realizar movimientos excesivos del musculo tratado, puede producir difusión local no deseada de la toxina botulínica, afectando a otros grupos musculares. Si esto ocurre, aparecen efectos no deseados como la ptosis o caída reversible del párpado superior (que siempre es reversible). No se han descrito casos de toxicidad sistémica en las dosis que se manejan en rejuvenecimiento facial.
La toxina botulínica puede combinarse con otros tratamientos como luz pulsada intensa (IPL), radiofrecuencia, peelings químicos, rellenos faciales u otros.
Conclusión sobre la tóxina botulínica
La aplicación de toxina botulínica es una técnica segura, sencilla, eficaz y poco invasiva que carece de efectos secundarios importantes. Los resultados son inmediatos y temporales; produce un alto grado de satisfacción del paciente, ya que permite una expresión y mirada serena y relajada, así como la atenuación de las arrugas de expresión.
Aplicación de ácido hialorónico
¿Quieres rejuvenecer tu rostro y las cremas no te hacen nada? Uno de los signos más sutiles del envejecimiento es la falta de hidratación de la piel, así como la perdida de volúmenes faciales. La aplicación de ácido hialurónico retrasará la evolución de estos primeros signos, y dará a la piel una mejor apariencia y textura. Indicado para revitalización facial y corporal, corrección de arrugas y volúmenes, corrección de cicatrices de acné, así como aumento de labios.
¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico (HA) está presente en nuestro cuerpo, más precisamente en nuestros tejidos y fluidos. Cumple una función vital ya que su principal función es atrapar el agua y retenerla, de tal manera que mantiene las células hidratadas y es biológicamente sintetizado por éstas. Si bien hay áreas de nuestro organismo que tienen más ácido hialurónico que otras, eso no significa que su función varíe en absoluto.
El 50 % del HA total de nuestro cuerpo se encuentra en la piel y cumple el rol de facilitar la hidratación, actúa en los procesos metabólicos y en la cicatrización cutánea. También ayuda a mantener saludable el tejido conectivo, contribuye con la elasticidad de la dermis y es un lubricante para las articulaciones.
- Corregir los surcos
- Reponer volúmenes
- Proyectar determinadas zonas
- Revitalizar la piel